La tibiesa
Abril 26 2012
Tibio es igual a indiferente, que le da lo mismo una cosa que otra, la persona indiferente es alguien que se vuelve aislado, no comparte, no participa con nadie, siempre termina dejándose llevar por la decisión de los demás.
La persona tibia es alguien indeciso por lo general no sabe qué hacer, le da miedo comprometerse, quiere quedar bien con todos los bandos.
El cristiano tibio es aquel que se siente bien con Dios pero que quiere estar en el mundo, conoce lo que es malo pero prefiere ignorarlo, la tibieza es un paso para llegar a la mediocridad.
Toda persona mediocre hace las cosas a medias, nunca hace nada bien, para todo tiene una disculpa. Siempre critica el trabajo de los demás, en su mente cree que él lo haría mejor, pero cuando se le delega nunca puede, o se da cuenta que en realidad no puede, y esto lo llena de gran frustración.
El mensaje a la odisea es el último de los siete mensajes a las iglesias. Recordemos cuales eran:
1. EFESO: dejo el primer amor
2. ESMIRNA: la perseguida, la que la llamaban pobre, pero para Dios era rica
3. PERGAMO: se volvió a los ídolos, y la doctrina de balam
4. TIATIRA: le llego el desorden, Jezabel
5. SARDIS: parecía viva pero estaba muerta
6. FILADELFIA: la iglesia que a pesar de las aflicciones guardaba la palabra de Dios
7. LA ODICEA. La tibia, la indiferente.
Una persona tibia produce:
1. DESCONFIANZA: es alguien que no produce confianza, con ella nunca se puede contar. V 15 “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!”
2. RECHAZO: nadie quiere estar con alguien que no sabe lo que quiere. V 16 “Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.”
3. AUTO ENGAÑO: las personas que no saben que es lo que quieren por lo general viven en una fantasía, evaden su realidad, y esto los lleva cada día a la mediocridad. La mediocridad no es algo que llega de la noche a la mañana, es algo que va llegando con el tiempo, es todo un proceso. La persona tibia se acostumbra hacer las cosas a medias. V 17 “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.”
EL CONSEJO: la única forma de salir de una vida de tibieza es:
1. CONFIANDO EN DIOS: V 18 a “Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico,” las cosas materiales se acaban, pero las cosas espirituales perduran para siempre.
2. VALORÁNDOSE A SÍ MISMO: la tibieza es una consecuencia de la baja autoestima. Tu eres lo mas precioso para Dios, eres un hijo(a) de Dios, siéntete como tal. V 18 “y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez;”
3. MIRANDO LA REALIDAD: si nos acercamos a Dios podremos ver la realidad de nuestra situación, no para enorgullecernos o avergonzarnos, sino para tomar correctivos o para sentirnos bien, agradecidos con Dios “y unge tus ojos con colirio, para que veas.”
La tibieza nos lleva:
1. AL PECADO: por eso es necesario arrepentirnos delante de Dios. V 19 “Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.”
2. SACAR A CRISTO DE NUESTRO CORAZON: muchos creemos que estamos muy bien con Cristo cuando la realidad es que hace mucho tiempo Cristo se encuentra fuera de nuestra vida, hay iglesias como la de la odisea que hablan de Cristo pero él no está con ellos. V 20 “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”
La única forma de mantenernos alejados de la tibieza y llegar a ser personas animadas de éxito, es si luchamos continuamente y sin desmallar. V 21 “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.”
El que tiene oídos oiga, no significa que algunos no tengan oídos, lo que significa es que algunos prefieren no oír, en el mundo hay un adagio que dice: no hay peor sordo que aquel que no quiere oír. V 22 “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”
Recuerda que el tibio o el indiferente siempre termina aislándose de los demás, que tu vida no gire en torno a la indiferencia, tú tienes mucho que aportar no te menosprecies a ti mismo.
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